En 1937 llegaba a Uruguay, procedente de Berlín, Alemania, una familia de emigrantes. Isaac y Mary Kaczka, junto a sus tres hijos, José, Leo y Dagoberto. Lograron escapar del genocidio Alemán y decidieron establecer nuevas raíces en Uruguay, país generoso que les abrió sus puertas.

Una nueva historia comenzaba para esta familia de emigrantes. De la nada, sin conocimiento del idioma, comenzaron su vida comercial como distribuidores de cueros, rubro que conocían de su Alemania natal. Luego se transformaron en almacén de cuero, actividad que fueron desarrollando durante un largo período, para luego transformarse en importadores de materia prima para la industria del calzado, actividad que se mantiene vigente hasta hoy.

El devenir de los acontecimientos en la industria exportadora del calzado en los años 1975 al 80, hizo que la empresa tomara un giro y comience la actividad de importación y distribución de productos alimenticios.